Tomar fotografías se ha convertido en una necesidad y no quiero olvidarlo por nada.
© Inge Morath / Magmun fotos
© Inge Morath / Magmun fotos
Como muchas de las imágenes emblemáticas por las que se reconoce a Inge Morath, Una llama en Times Square, fue el resultado de un encargo por parte de una revista. (Life)
En la cronología de los trabajos de Morath, sus hojas de contactos para esta historia están marcadas como “57-1”, lo que indica que fue su primer encargo en el año 1957. Sin embargo, una serie de fotografías tomadas por un fotógrafo desconocido en las que se ve a Morath posando con la llama y sus entrenadores y fotografiándolos en una calle de Nueva York, están fechadas en 1956 por la propia autora. Esto demuestra que se tomó mucho tiempo para conocer bien a los sujetos de su obra y que, posiblemente, fuera la responsable de “vender” la historia a Life mucho tiempo antes de que se publicara. Éste era el método de trabajo típico de Morath.
Si (la imagen) se contempla aislada, viene a ser el ejemplo perfecto de aquello de “estar en el sitio adecuado en el momento justo”. Sin embargo, como muestran las hojas de contactos, fue el resultado de una gran preparación y trabajo. El aspecto de espontaneidad, que enmascara la realidad de una cuidadosa planificación, revela la facilidad de Morath para relacionarse con sus sujetos mientras trabajaba en sus artículos, y es, sin duda, una de las características principales de su extraordinario trabajo como periodista gráfica.
Extracto del libro «Magnum, hojas de contactos». 2011 Ed. Blume
